El coqueteo es la herramienta que utiliza la naturaleza para
encontrar la pareja apropiada de un ser. Como cualquier otro
lenguaje el coqueteo puede ser sutil o burdo, ingenuo o suave.
Es una forma de anunciarse al sexo opuesto que se está disponible.
Se trata de un lenguaje silencioso de gestos visuales 'elaborados',
en los que se expresan tanto el intelecto de los seres humanos
como el instinto de los animales.
El solo hecho de que sea universal sugiere que un plan ha
sido incrustado en nuestros genes y en el sistema operativo
de nuestro cerebro de la misma forma y por las mismas razones
que otro rasgo sexual. Tanto animales como el hombre utilizan
un repertorio de gestos para poner a prueba su disponibilidad
e interés sexual.
La mujer sonríe al hombre, luego arquea las cejas para agrandar
los ojos, baja los párpados y luego coloca su mano sobre sus
labios: son señales propias de mujeres analfabetas y de las
que leen revistas femeninas.
Sin importar el lenguaje, el status socioeconómico o la religión,
las parejas que continúan coqueteando lo hacen así: colocan
las palmas de la mano sobre la mesa o las rodillas, reafirmando
así a su posible pareja, su inocencia.
Los primeros contactos podrían ser así:
• Ella cepillando una mota imaginaria ubicada en la camisa
de él.
• Él retira una pelusa o un cabello real o imaginario
de los labios de ella.
• Sus cabezas se acercan, sus manos sobre la mesa con
los dedos estirados que juegan con los saleros o con otros
utensilios.
• Los dedos se tocan accidentalmente.
• Luego tal vez se acercan, bailan y se acarician.
• Las mujeres sonríen, miran, se inclinan, pasan la lengua
por los labios y, ayudadas por tacones altos, arquean la espalda
para resaltar las caderas y los senos.
• Los hombres se estiran, hacen gestos como limpiar un
encendedor o prender un cigarrillo en la boca.
• Sus risas, contoneos y gestos son una pantomima urbana
de los rituales de los gorilas de la selva.
• La secuencia 'atención, reconocimiento, baile, sincronización'
es fundamental para el coqueteo.
Desde tiempo atrás el orden en el coqueteo es el mismo: miro,
hablo, toco, beso y a la acción.
Las señales silenciosas del coqueteo nos dan una información
importante:
• Al contonear las caderas o resaltarlas con un vestido
ceñido, la mujer está sugiriendo que su pelvis puede sostener
un bebé.
• Al arquear las cejas y exagerar la mirada, sus ojos
se ven más grandes, como los de un niño, anunciando su juventud
y sumisión.
• Al pasar su lengua por los labios ella obliga la atención,
a lo que se consideran repercusiones faciales de los labios
de la vagina, trasmitiendo madurez sexual e interés por el
sexo.
• Al mostrar recato en la mirada y jugar a ' soy difícil
de conseguir' comunica que no está dispuesta a tener relaciones
sexuales con cualquiera.
Por su parte, el hombre actúa así, sin tener que acosar a
la mujer:
• Ensancha sus músculos pectorales
• Muestra el pelo de su pecho o su musculatura
• Ostenta el dinero que tiene
• Ríe fuertemente.
Así desea demostrar su habilidad para proteger a su descendencia,
la vitalidad de sus espermas y su lado sumiso que lo hará
permanecer junto a ella después del acto sexual.
Cada persona es atraída por algo en particular del sexo opuesto;
aún los olores despiertan automáticamente el interés porque
no sólo anuncian buen estado genético sino que se acoplan
al patrón de la pareja deseada que todos llevamos en el ojo
de nuestra mente, que nos deja ver más allá que la vista misma.
Algunas veces las emociones operan independientemente de la
parte racional de nuestro cerebro, como cuando nos anuncia
que se avecina el peligro.
Cuando el asunto es sexual el sistema operacional del coqueteo
funciona sin un consentimiento de nuestra consciente:
• En el instante en el cual hay atracción hacia una persona
se presenta una especie de daño cerebral.
• Ante la atracción el hombre no se detiene a pensar,
simplemente actúa por instinto como mariposas o ese conocido
vacío en el estómago y manos sudorosas.
• En el momento de la atracción y el coqueteo, el cuerpo,
la mente y los sentidos son rehenes temporales de las partes
antiguas del cerebro, las partes impulsivas e instintivas
que las compartimos con los animales.
Pero ahí viene lo tuyo: Si ha esto le añades tu creatividad,
humor e inteligencia, tu coqueteo tendrá un 80% de garantías
de éxito sobre tu presa, no importa si eres hombre o mujer...